31 de diciembre de 2018

2018

 


Colecho, muy a menudo de 4, nunca menos de 3 en cama. Y que dure. En 4 de las 9 fotos Carolina está en el pecho, su sitio favorito. Nuestra primera comida en el patio de la casa nueva, cuando esta era aún inhabitable, con comida encargada y tenedores de plástico. En Abril nos casamos, como siempre quise, 7 personas, las más queridas, las más necesarias, un discurso de 2 minutos y unos anillos encargados el día anterior. Un jueves, con pantalones rotos y mis dos niñas atentas. Una comida en familia como otro domingo cualquiera. Sin más, ni menos. Sabela que es muy de fiesta y vestidazo dice que mi boda fue muy cutre, que a quién se le ocurre casarse así. Puede que algún día lo entienda. O no.

Para ella el año fue muy intenso, una hermana nueva haciéndose un hueco en nuestras vidas, en nuestro tiempo, nuestra cama y en nuestro cariño que durante 5 años fue todo para ella. Lo lleva todo lo bien que se puede llevar. Es más madura y responsable, lo que se le notó este último año... Acabó infantil, empezó primaria, con cambio de aula, de profe y de compañeros (y exámenes, deberes y notas numéricas... Me guardo mi opinión al respecto) sin problema, siempre contenta y optimista.

Parece que después del primer año de torbellino Carolina, que puso nuestro mundo patas arriba, todo vuelve a la normalidad, más orden y rutina que hacen que pueda volver a dedicarle parte de mi tiempo en exclusiva a Sabela, leer juntas, hablar sobre todo o simplemente tumbarnos muy abrazadas en la cama, que necesario.

Por tanto aunque pudiera echarle mil cosas en cara a este injusto 2018, creo que también tengo mucho, muchísimo, que agradecerle.

6 de mayo de 2015

El Cuscalacho.

Hoy conocí al Cuscalacho. Cuando Sabela, caminando con mucha chulería por el pasillo y levantando primero un hombro y luego otro, me dijo "Mira Mamá, así anda el Cuscalacho", pensé que, como muchas otras veces, hablaba de algún conocido animalillo pero sin acabar de atinar con la pronunciación de su nombre, como cuando me hablaba del "Conio" (Unicornio) o del "Tetemón" (Hipopótamo). También pudiera ser que se tratase de la extraña mezcla entre dos bichejos existentes, del tipo Cucaracha + Carracha (garrapata en gallego), que sumado a su costumbre de pronunciar L en lugar de R diese lugar al extraño nombre, como cuando fusiona el Ratón + Campeón de "Susanita tiene un ratón" y canta  "Y sueña que es un RatónPeón".

Pero no, esta vez se trataba de un ser totalmente fruto de su desbordante imaginación. O eso espero, porque, tal y como me lo describio, como un día me encuenntre con un Cuscalacho, muero de un infarto. 

Según dijo (y fielmente trato de ilustrar) el Cuscalacho es, efectivamente un animal. Un animal ¿pequeño?, todos pensamos en un pequeño bichillo. Pero "Noooo Mamá, el Cuscalacho es un animal enooooorme". Además se parece a un león. Pero solo tiene dos patas. Y es tooodo, toooodo rosa (como no). Lleva un sombrero de lunares (¿?) y, como ya comentábamos, anda levantando primero un hombro, luego el otro, a la vez que se menea hacia los lados. Tendríais que verla. Y bueno, el sonido que hace, lo siento, no puedo explicarlo en letras, el sonido que hizo fue absolutamente indescriptible.

Hay que ver. Y luego se despierta asustada (las poderosas imaginaciones es lo que tienen) soñando con osos, con el miedo que da el enorme Cuscalacho.

21 de enero de 2015

Conversaciones con Sabela I


(Sale un chico negrito por la TV)

Sabela: (Emocionada) ¡Mia Mamá! Es negro.

Yo: (Sorprendida porque, aunque su mejor amigo del cole es de color, pensé que ella ni siquiera había reparado en la diferencia) Si cariño.

Sabela: Como Dani (su compañerito). Dani es mi novio.

Yo (Divertida): ¿Tu novio? (Primera vez que me dice algo así). ¿Y que es un novio?

Sabela: Dani, es un novio. "Poque" siempre baila conmigo. Tiene el pelo... (busca la palabra) ARRUGADO (Jajajaja, me meo), yo se lo toco, le hace ilusión (flipando). Y me da besitos, en los morros (dice señalando la boca), yo le digo que aquí (señala la mejilla), pero me los da en los morros. (Y se parte de risa).

Así pasea a su muñeco, Dani (como no) junto a la sin nombre "nena rubia". Más en nuestro instagram, sabelayelmundo.

13 de septiembre de 2014

Dos años después

Así luce a diario.
Sabela ya tiene dos años, y a veces me cuesta recordar como era mi vida sin ella. Como era dormirme sin rodearla entre mis brazos o despertarme sin un besito en la boca y un "Te quiero muxo Mamá, avántate (levántate)". Escoger su ropita además de decidir que me pongo yo y prepararle el "sayuno". Como era no tropezarme con motos y patinetes cuando me alejo a oscuras para no despertarla o llevar ropa sin manchas de puré o gusanitos pegajosos. Ni unos grandes ojillos preocupados mirándome cuando me hago daño o estoy triste mientras canta "Sana, sana, culito de rana", me da un beso y dice: No te "ocupes", ya pasó. Yo pensaba, ignorante de mi, que un niño de 2 años no se entera de mucho y no retiene casi nada y aún me sorprende cuando se agacha buscando un caracol en el arbusto exacto en el que lo dejamos la semana pasada o me pregunta si ya no estan las cabras y los camellos cuando, dos meses después, pasamos por el lugar donde estuvo el circo. Es increíble como recuerda quién le regaló cada una de sus cosas y como se empeña en llamar Minuca a Camola para hacernos reír aunque sabe perfectamente quién es quién. No tiene muy claros los colores, pero dice Azul Blue y Yellow Amarelo. Últimamente se niega a llevar las piernas colgando pues, según dice, hay cocodrilos, y el fin de semana pasado le encantó dormir en una tienda de "campana" en las Cíes. No teme a las abejas pero huye despavorida cuando ve una mosca. Se lanza a abrazar a los perros grandes y gigantes pero saluda tímidamente a los pequeños. Siempre observa atentamente las cacas de Rasta para saber si hace "Muxa caca" o "Caca pequeñita". Igual que a mi le encanta andar descalza, pero no tiene nada que ver conmigo en su afición por el maquillaje, pintalabios, pinta-suñas, zapatos de tacón y todo tipo de joyería plastiquera, "Dios" nos pille confesados. El otro día fue a la guardería con las "suñas" pintadas con una base rosa chicle y purpurina por encima y les soplaba y las miraba estirando la mano como la más coqueta. Es genial redescubrir el mundo a través de sus ojos y  ver como le da vueltas a un cangrejo, sin miedo a que la pellizque, para examinar minuciosamente a ese desconocido ser o el brillo en sus ojos cuando coge carrerilla para saltar con los dos pies juntos sobre un enorme charco.


Si queréis ver sus choni-suñas, saltos en los charcos y joyería variada, entre otras cosas, os invito a conocer nuestra nueva cuenta de Instagram, sabelayelmundo, aunque por el momento su carita me la guardo únicamente para Facebook.

16 de marzo de 2014

Del idioma Sabelés




Caracol: Cacallol
Pitufo: Sisupo
Me gusta: Bishuta
No me gusta: No bishuta
Spaghettis: Sopa


Cuando quiere subir dice "baja" y cuando quiere bajar dice "sube". Cuando le dices "abeja" dice "Beeee" y si le preguntas su edad levanta un dedo y afirma "Tes". Canta Cacallol, col col, saca-sol-madre. Entona una y otra vez "Antón, Antón, Antón...." y se calla para que yo diga "pirulero" pues esa palabra no le sale, pero si se ve muy apurada o no le echas una mano sale del paso cantando "Antón, Antón, Antón Pocoyó". Las motos le dan "suto" y Nemo "come mucho". Si le preguntas como hace pis Rasta se pone a cuatro patas y levanta una y cuando se rasca dice "pica carracha (garrapata en Gallego)". Para dormir se pone el "pija" y si hace frío la "bufama". En el parque persigue a las "calomas" esparciendo gusanitos a modo de cebo. Me la comería cuando viene corriendo me abraza y dice "Te queru".


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